De los alisadores químicos a los tratamientos modernos con keratina
El mercado del alisado capilar no evolucionó de forma lineal. Lo que vemos hoy; keratina, Botox capilar, nanoplastia, “alisado japonés" es el resultado de varias etapas históricas, cada una con tecnologías, objetivos y limitaciones distintas. Comprender esta evolución ayuda a explicar por qué hoy existen tantas confusiones y por qué algunos términos se usan de forma incorrecta.
1. La era original del alisado: los alisadores químicos
Mucho antes de que existieran los tratamientos de keratina, el alisado del cabello estaba dominado por alisadores químicos. Estos sistemas eran abiertamente químicos, estructurales y permanentes.
Los alisadores clásicos y los sistemas de reestructuración térmica estaban diseñados para modificar la estructura interna del cabello, rompiendo y reconfigurando enlaces. Los resultados eran muy efectivos y duraderos, pero el costo era claro: riesgo de daño, irritación del cuero cabelludo y muy poco margen de error si se aplicaban incorrectamente.
2. El sistema japonés: reestructuración térmica (años 90)
En la década de 1990, Japón introdujo un enfoque más refinado del alisado permanente, conocido como reestructuración térmica, comúnmente llamado alisado japonés.
Un punto clave que hoy suele malinterpretarse:
El verdadero alisado japonés es un proceso químico profesional de múltiples pasos, no un producto de una sola aplicación ni un tratamiento de keratina.
Generalmente, este sistema incluye:
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un paso reductor para modificar la estructura interna del cabello,
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calor controlado para dar forma,
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un paso neutralizante para fijar permanentemente el resultado.
Debido a que altera la estructura del cabello:
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El alisado es permanente (hasta que el cabello crece),
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El riesgo de daño es real si se aplica mal,
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El proceso es largo, técnico y poco tolerante a errores.
Por eso, no debe confundirse con productos modernos de suavizado que se van perdiendo con los lavados.
3. La primera era de la keratina (pre-Brazilian)
Antes de que los tratamientos brasileños redefinieran el mercado, la primera ola de “keratina” se parecía mucho más a lo que hoy conocemos como Botox capilar: reparación cosmética, suavidad, brillo y control del frizz.
El papel del formaldehído en esta etapa
En esta etapa temprana, algunos productos podían contener trazas de compuestos relacionados con formaldehído, principalmente provenientes de:
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sistemas conservantes,
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o conservadores liberadores de formaldehído usados en cosméticos.
Es importante aclarar:
La presencia de trazas por conservación no es lo mismo que un producto diseñado para generar altos niveles de exposición durante el uso con calor.
Los resultados de esta era eran generalmente temporales, con una duración de semanas, no meses, ya que el objetivo era cosmético, no un alisado agresivo.
4. La disrupción: Brazilian Blowout redefine la keratina
Brazilian Blowout cambió por completo las expectativas del consumidor porque logró resultados que se percibían como un alisado real, pero se presentaban como un tratamiento.
El punto de inflexión del formaldehído
Aquí es donde la relación del mercado con el formaldehído se vuelve central.
Brazilian Blowout y productos similares se asociaron repetidamente con:
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alisado intenso,
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resultados de larga duración (meses),
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y, de forma crítica, alta exposición al formaldehído durante el uso con calor, incluso cuando el producto se comercializaba de manera ambigua o engañosa.
En este momento, la palabra “keratina” pasó de significar:
“mejora cosmética del cabello”
a
“cabello liso por meses”.
5. La carrera armamentista: la era del “huele en todo el salón”
Una vez que el mercado entendió que la keratina podía lograr alisados duraderos, muchas marcas comenzaron a competir de forma agresiva.
Algunos productos se volvieron famosos por:
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un olor fuerte inmediato al abrir el envase,
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vapores durante el planchado,
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irritación en ojos, nariz y garganta,
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y la sensación de que “llenaban el salón” de olor químico.
Esa experiencia no es solo desagradable:
Un olor intenso y la irritación son señales de exposición aérea significativa, lo cual puede ser peligroso, especialmente en espacios cerrados, sin ventilación adecuada o con aplicaciones repetidas.
Este periodo explica por qué la categoría atrajo la atención de las autoridades y por qué la keratina adquirió una reputación tan polarizada.
6. El giro: alisados sin formaldehído
Con el aumento de la conciencia sobre la exposición, surgieron sistemas diseñados para ser libres de formaldehído, incluidos muchos productos tipo “nano” y basados en ácido glioxílico.
Estos productos ganaron popularidad porque generalmente ofrecen:
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menor olor,
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menor preocupación por exposición en el salón,
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una experiencia más cosmética y suave.
El intercambio es claro:
Los sistemas de alisado sin formaldehído normalmente no duran tanto como los alisados brasileños clásicos.
Funcionan bien, pero la expectativa del mercado —formada en la era Brazilian— a veces no se ajusta a esta realidad.
7. La era híbrida: resultados fuertes, mensajes confusos
Hoy en día, es común ver mensajes híbridos:
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marcas que buscan la duración del alisado brasileño,
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pero usan el lenguaje de categorías más “limpias” como Botox, nano u orgánico.
Aquí es donde la confusión se intensifica:
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Botox con formol vendido como alisado,
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“japonés” usado como etiqueta de fuerza,
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keratinas descritas como “libres de formaldehído” mientras prometen resultados de larga duración.
Cuando el lenguaje se superpone, los consumidores compran por el término, no por la expectativa real, y ahí aparecen las malas reseñas.
8. Entender el espectro completo hoy
Visto históricamente, el mercado tiene sentido si se entiende como un continuo:
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Alisadores químicos / alisado japonés → estructural y permanente
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Keratina brasileña clásica → fuerte, duradera, con mayores consideraciones de exposición
- Keratina hibridas → mayor duración que los sistemas tipo nano con resultados más estables y predecibles.
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Alisados sin formol (Nanoplastia) → experiencia más suave, menor duración
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Botox capilar → reparación cosmética, suavidad, brillo y control del frizz
Ninguna categoría es “mejor” en todos los casos. Los problemas surgen cuando se presentan como lo que no son.
Conclusión
El alisado capilar evolucionó desde procesos químicos permanentes hasta sistemas modernos de suavizado con diferentes balances entre resultados y exposición. Las primeras keratinas eran más cercanas al Botox capilar actual. Brazilian Blowout marcó un antes y un después al establecer un nuevo estándar de desempeño, pero también llevó la exposición al formaldehído al centro del debate. La era de los productos que “llenaban el salón de olor” explica gran parte de la controversia. Luego surgieron alternativas sin formaldehído, generalmente con menor duración. Hoy, los mensajes híbridos intentan capturar ambos mundos, a veces sacrificando claridad.
En un mercado marcado por los extremos, la claridad y las expectativas honestas ya no son opcionales: son el verdadero diferenciador.